Pasos a seguir antes de tu próxima sesión de Depilación Láser.
Antes de tu sesión de depilación láser, es importante seguir algunos pasos para prepararte adecuadamente y obtener los mejores resultados.
Evita la depilación de arranque como son las pinzas y la cera.
Durante las semanas previas a tu sesión de depilación láser, evita arrancar el vello de raíz con cera o mediante el uso de pinzas. El vello debe estar en el folículo piloso para que el láser pueda dirigirse a él y eliminarlo de manera efectiva.
Afeita las zonas que te vayas a depilar.
Un día antes de tu sesión de depilación láser, debes depilar las zonas que se van a tratar. El vello debe estar corto para que el láser pueda penetrar adecuadamente en los folículos pilosos.
Evita la exposición al sol 2 días antes y después.
Debes evitar la exposición solar durante al menos 2 días antes y después de tu sesión y utiliza protector solar, ya que la piel excesivamente bronceada es más propensa a sufrir irritaciones.
Además, si estamos muy broceados el vello puede volverse más difícil de tratar, ya que es necesario que el pelo siempre sea más oscuro que la piel.
El día de la sesión NO apliques ningún tipo de producto.
Antes de la sesión de depilación láser, asegúrate de limpiar bien el área que se va a tratar. Elimina cualquier residuo de productos cosméticos, aceites o lociones para garantizar una absorción óptima de la energía del láser.
Evita el uso de productos irritantes los días previos.
Evita el uso de productos que puedan irritar tu piel, como exfoliantes, ácidos o cremas con fragancias fuertes, antes de tu sesión de depilación láser. Estos productos pueden aumentar la sensibilidad de la piel y provocar molestias durante el tratamiento.
No uses autobronceadores, ni realices solárium 15 días antes y después.
Si bien es importante evitar la exposición al sol, también debes evitar el uso de autobronceadores o productos que oscurezcan la piel. Estos productos pueden alterar la pigmentación de la piel y afectar la eficacia del tratamiento de depilación láser.
Es esencial comunicar cualquier medicación o cambio en tu historial de salud antes del tratamiento para garantizar tu seguridad y obtener los mejores resultados posibles.