Gracias a la combinación de dos tipos de radiofrecuencias, la resistiva y capacitiva, abordamos diversas preocupaciones estéticas. La radiofrecuencia resistiva trabaja en las capas más profundas de la piel y los tejidos subcutáneos tratando la flacidez y la falta de tono muscular; mientras que la radiofrecuencia capacitiva trabaja en las capas más superficiales mejorando la textura y apariencia de la piel, reduciendo la celulitis y eliminando la grasa localizada.